Amor en claroscuro

Sí, te amé,
con locura, con pasión, ardiendo a cada instante que te paseabas por mí mente.
¿Sabes? Quizá aún te amo,
porque a pesar de estos dos años te pienso,
y pese a otros,
te sigo pensando, allí, en mi lecho,
nuestras risas, nuestras charlas,
ese millón tuyo de especialidades,
tu inteligencia de incógnito, como casi todo lo tuyo,
probablemente, si nos hubiéramos cruzado por la calle o en un bar,
entre nosotros se hubiera cruzado la indiferencia,
pero llegaste con la lluvia,
era domingo por la tarde,
hoy es martes pero llueve,
y su sonido siempre me lleva a ti,
ninguna caricia se aparece a la tuya,
ninguna mirada, ningún beso,
pero sobretodo, ninguna sonrisa,
esa que me habita desde entonces y me viste la piel, me aprieta el pecho y me balancea el estómago.
Sí, será que aún te amo,
aunque la distancia y el tiempo quisiera arrasarnos,
primero un verano,
luego la sentencia firme, dos años…
Se que en uno de estos días de octubre te dije adiós,
nos amamos sólo con la mirada y manos furtivas que se escapaban,
yo había buscado un sustituto al dolor,
tres meses más tarde,
me di cuenta que cuando el corazón reside en una piel y una mirada,
ni millones de caricias borrarian el calor que enciende un cuerpo, cuándo sin razón,
se ama.

Publicado por Nuria Barnes

Soy un cuerpo construído de poemas, de los que leí, y de los que la vida escribió en mí y yo para ti. Narro historias, porque sino escribiera me faltaría el oxígeno para vivir.

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