Amar es estar siempre, tener aunque sea un segundo, porque cuando amas, estás.
No, el amor ni se ruega, ni se mendiga, el amor se da y se recibe, sin cortapisas, sin dobles juegos. No, no soy nadie para dar lecciones de amor, no me llevo precisamente honores en esa asignatura, nunca supe elegir al ser amado, quizá porque lo que sí siempre supe y sé es amar sin medida, sin corsés, sin traje de domingo, sin ocultismo, a medias tintas.
Amar es luz y no se debe esconder en sombras.
Amar, que bello cuando es de verdad, sin intereses, sin sombras, con generosidad que es la mejor manera y la única que entiendo.
Así que renuévate, ama, con luz y sin sombras y sé tú, siempre tú, y recuerda, el amor se da y recibe generosamente, siempre es tiempo para amar, pero a aquellos que se lo merecen, empezando por nuestro mayor amor, nosotros mismos. Sigamos pues bailando amor en cualquier instante.
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