Los sueños y las esperanzas de los quince años paseaban juntos mañana, tarde y noche en una localidad costera de Tarragona, disfrutaban de la playa en la mañana, recorrían los pubs por la tarde e intentaban alguna escapada de noche.
-Se acabó, no podía más
-No se aún cómo has soportado tanto
-Yo tampoco, pero estoy aquí
-Bienvenida, ya casi se me hacía imposible ir a visitarte
-Lo sé, a ti y a todos
Ellas eran amigas desde la infancia y juntas habían crecido como su amistad, una era la timidez, la bondad, la transparencia, la sencillez, la otra era el ímpetu, la fuerza, el conflicto interior, los sueños. Se complementaban perfectamente, eran un tándem extraño nacido para durar, porque sin darse cuenta se daban una a la otra lo que necesitaban, prudencia, imprudencia, vitalidad, calma… una balanceaba a la otra y entre las dos creaban un equilibrio que las hacia avanzar juntas en la vida, pero por aquel entonces ninguna de las dos imaginaba que unos años más tarde se necesitarían más que nunca y que las dos necesitarían darse mucha fuerza, porque aquella vida que aquel verano se les antojaba tan placida y a veces aburrida no se lo iba a poner fácil.
-Que vas a hacer ahora
-De momento regreso, he venido a respirar
-¿Podrás?, ¿No tienes miedo?Sigue leyendo «Amigas»
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