Las voces de la vida

escuchando-radioLlegó a casa, se quitó los zapatos, o casi los lanzo porque el agotamiento tras doce horas de trabajo intenso no le permitían un gesto más de fuerza, desde que Laura decidió escapar de la trampa en la que había estado encarcelada durante años las horas de trabajo en aquel mundo convulso y azotado por una parálisis económica enquistada entre los más necesitados la habían abocado a una nueva vida agotadora y en la que la soledad se instalaba en sus noches, sin embargo, con una sonrisa, acerco el botón a la posición de encendido y de repente la transportaron a un mundo mejor, solo era una voz, pero era su compañera que noche a noche arrinconaba aquella soledad desde hacía unas semanas…..

-Son la cinco de la mañana, como cada día vamos a dar un repaso a las temperaturas, España amanece cubierta……

Ricardo acababa de llegar a su puesto de trabajo, durante horas la conversación más larga en un día normal sería un saludo educado o un par de frases sobre la vida, de esas que se dicen al azar en momentos que sentimos que debemos decirle algo a alguien simplemente porque aparece en una parte de nuestro día y nuestras miradas se cruzan…

Sonrió, su amiga le hacía compañía, tenía unos amigos invisibles que le acompañarían hasta las cinco de la tarde, cuando su compañero le sustituiría a él y se quedaría en la compañía de aquellas voces amigas que en el silencio de la noche, cuando los saludos desaparecerían  y la oscuridad ocuparía cada rincón hasta hacerse un silencio en que solo la noche y aquellas voces acompañan los minutos de los que viven cuando el resto se han entregado o sucumbido al sueño…Sigue leyendo «Las voces de la vida»

Vientos de amor

Sus días transcurrían plácidos entregada a sus juegos, sus amigos, su nueva vida…. Meses atrás había decidido volver a ser ella, se despojó de aquel vestido que durante años la había atrapado en un ser alienado y poco a poco su sonrisa volvió a asomar por su rostro… los meses habían transcurrido deprisa, precipitándose uno tras otro, echándose del calendario… y de repente se sentía inmensamente feliz.

El sol cálido en las horas centrales del día se había instalado antes de finalizar el invierno y parecía que incluso al cielo se le había olvidado llorar, como ella soltaba algunas lágrimas, escasas, casi siempre de emociones que le transmitía el alma…

Podía sentir como poco a poco una serie de sensaciones olvidadas se estaban apoderando de ella, el sol cada día brillaba más, el mundo la acunaba con bellas canciones de amor, no había sentido jamás sus besos y sus abrazos pero por las noches dormía con ellos y durante sus días se instalaban en su piel, en su risa, en su mirada… vivían juntos en un mar de sentimientos que habían viajado poco a poco durante el invierno para estallar con la primavera y apoderarse de cada rincón de su cuerpo, de cada pensamiento que quería fluir de su mente.

Se despertó como lo hacía siempre en los últimos tiempos… con una sonrisa, dormía mal y sentía a menudo el cansancio que quería apoderarse de su cuerpo, pero el elixir del que tomaba breves dosis la empujaba a aquel mundo donde él  se asomaba con sus palabras y donde ella lo encontraba cada día… la rutina había dejado de serlo, la música se había apoderado de su corazón y de su alma y se desplazaba entre sus compases con la destreza de la bailarina que ha pisado los mayores escenarios, rozando levemente a cada paso aquel amor siempre anhelado y que en algunos momentos le parecía más cercano.Sigue leyendo «Vientos de amor»