SEA EN MÍ

Y es aquí, rodeada del todo que es la vida fluyendo sin relativos humanos, donde la paz me envuelve y brota desde mi centro que se equilibra entre tierra y cielo. A cada paso en la ascensión me voy enraizando a este planeta que habito y me habita, yo lo miro, acaricio, respiro, escucho… y él se funde en mí, me abraza de vida, muerte y renaceres, y en cada rincón veo la vida que fue, es y se intuye la que será, sin certeza, porque todo es vida incierta en la fragilidad del instante que somos en esta Tierra, generosa madre que a todos nos acoge por igual.

Y es aquí, donde he llegado para cruzar dolores pasados, e incluso presentes, para aceptar, reconocer, perdonarme y perdonar, consciente que de la lágrima a la sonrisa construyo ese yo que vine a ser desde una mirada que brota de un corazón que late pese a los daños que acumularon los años y que van quedando atrás, y es que algunos no los atendí suficiente y asoman para reclamar su lugar en un diario cerrado donde reposar por siempre.

Sea pues la paz en mí, y aún consciente de que llegarán hechos a perturbarla, pido conciencia y amor para anclarla de nuevo, para ser vida que acoja en su seno, como rio, piedras y ramas que se acomoden a mi fluir y llegar a final de recorrido con la certeza de que cada recodo me regaló amor, cada salto más vida, cada tormenta un aprendizaje y este cuerpo de agua que soy, haya llegado al equilibrio.

Reiniciando en el amor

No quiero ser una mujer empoderada, porque el poder siempre pervierte, quiero se una mujer que se ama a si misma, no quiero tener poder ni sobre mí, quiero escucharme, entenderme, comunicarme, bailarme, cantarme, reirme, leerme, escribirme, AMARME.
Mi amor sera infinito, pero incluso hacia mí será condicional, porque como humanos, aún de forma inconsciente, siempre ponemos condiciones.
El camino de amarse no siempre es fácil y puede ser largo, pero solo desde ahí, desde el amor por uno mismo puede surgir el amor hacia todo lo que me rodea de forma sana, sin comprarlo de una u otra manera, aprender a amar es un ejercicio diario y practicar el amor en las pequeñas cosas un privilegio que tardé en aprender.
Me amo, luego puedo amarte.